lunes, 7 de noviembre de 2011

En alguna parte de ti me perdí.

Aunque intente escapar contigo al lugar
más remoto del planeta será inútil.
Allí también estará él.
Él incorpóreo, translucido, fantasmal.
Él, esa constante construcción mental
que me sigue a todas partes.
No hace falta que te diga nada.
Lo echo de menos.
Sé que la nostalgia me susurra
su nombre mientras te quito la ropa.
Sé que eres un sucedáneo envuelto
en deseo y pasión vacía.
Es hora de que acepte que
nunca he sido yo.
De nada sirvió apretar con todas
mis fuerzas mis labios contra los tuyos,
como tampoco sirvieron de nada
mis ganas de olvidar,
mis falsas declaraciones de amor de
dos palabras, mis ganas infinitas de que
un día dejara de verle sin más
y empezara a mirarte a ti.

Pero...

Acepto mi derrota.
Él ha ganado.
No puedo olvidarle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario